En pleno verano, llegamos a casa y lo primero que hacemos es encender el aire acondicionado al mínimo que este nos permita. Sin embargo, eso no es bueno y puede traer varias consecuencias.
Nuestros especialistas recomiendan que la temperatura ideal a la hora de utilizar un equipo sea de 23*C, pudiendo llegar hasta 21*C. Si notas que a esa temperatura el equipo no enfría, es probable que los filtros estén sucios y necesite mantenimiento. Además, cuanto más baja esté la temperatura, mayor va a ser el gasto energético del equipo.
Si el equipo está muy bajo de temperatura, puede generar que se congele la unidad interior, poniendo en peligro al compresor y a los componentes de la unidad exterior. También el equipo interior comenzará a perder agua hacia adentro, producto del hielo.
¿Influye la temperatura exterior a la hora de seleccionar la temperatura del equipo?
La realidad es que no. Desde el punto de vista técnico, el enfriamiento del ambiente no depende de la temperatura exterior. Sin embargo, si afuera hay más de 35*C es probable que al equipo le cueste un poco más bajar la temperatura.
Recuerda: Usar el aire acondicionado a muy bajas temperaturas es como usar la heladera con la puerta abierta, lo único que se logra es forzar el motor y desgastar más rápido al equipo.